José Pérez puede presumir de haber vivido junto al Camp de Mestalla en un barrio que ha cambiado mucho con el paso de los años. Gradas de madera, tribuna de ladrillos y sillas de enea son algunos de los detalles del Mestalla del pasado que quedan en la memoria de un orgulloso vecino que se colaba de pequeño en el estadio a través de la acequia que le da nombre. José ha visto como ha evolucionado el estadio hasta llegar a una estructura actual que considera una joya. “Podemos estar orgullosos de tener un campo como el que tenemos.”